How happy is the blameless vestal's lot!
The world forgetting, by the world forgot.
Eternal sunshine of the spotless mind!Pope, Eloise To Abelard.
(More than a poem, more than an author, beyond the film, far out feelings)
Origen.
P.D. Más allá del poder de una palabra y su secular invocación. Elección de un sueño contenido, entendido como significante de una fuerza mayor: la de la palabra única.
Wednesday, June 28, 2006
Monday, June 26, 2006
Del oasis en la butaca
Hoy no hay poesía, ni palabras de reflexión, ni versos libres (en su concepción y calidad artística), tampoco visiones y quizás se nieguen hasta los sentimientos. Aunque no sé muy bien si algún ser explora estas páginas del visionario (y quizás por esto mismo) voy a empezar a destaparme. Para ganar adeptos, fieles, soñadores y algún neurótico que otro, comenzaré por compartir una de mis resurrecciones neuronales, pasión y melancolía: el Cine (que como aquel Verbo, se personaliza).
En estos tres días (noches de insomnio pero por extensión unidades diurnas) he recuperado viejos sueños: Tierra (junto a Lynch mi principal fantasía); he descubierto perversiones de lo más apetecible en Secretary (qué sorpresón); me he emocionado como un ñoño más con el final de La educación de las hadas (y confieso que también con la mirada de Bebe); me he fundido con Bowie y la fuga psicológica de Lost Highway (es increíble como la canción casi consigue el poderío y grandeza de la película); me he peleado defendiendo The Virgin Suicides y Lost in Translation (sí, las dos están en mis mejores 10); he pensado en Bess (y también en Grace, en Selma...); he querido comunicarme con la amante Ana (la del círculo polar); y, como cada día, me quise sentir Nuria (Lucía en el Sexo), aunque me quedé en El Extranjero (Welles), Jack-Eduardo (creo q soy Oyster Boy la mayoría de las mañanas) y en algún momento de crisis en Alex (Clockwork Orange), pretendiendo a mi musa Bacal en el resúmen de mis días, The Big Sleep.
Por todo esto (y por alguna cosilla interesante que ahora hay en cartelera, como las citadas hadas y, sobre todo, The Squid and The Whale), hace mucho que no me conjuro a la valeriana menos diurética. Y no me importa. El siete siempre fue un número mágico.
En estos tres días (noches de insomnio pero por extensión unidades diurnas) he recuperado viejos sueños: Tierra (junto a Lynch mi principal fantasía); he descubierto perversiones de lo más apetecible en Secretary (qué sorpresón); me he emocionado como un ñoño más con el final de La educación de las hadas (y confieso que también con la mirada de Bebe); me he fundido con Bowie y la fuga psicológica de Lost Highway (es increíble como la canción casi consigue el poderío y grandeza de la película); me he peleado defendiendo The Virgin Suicides y Lost in Translation (sí, las dos están en mis mejores 10); he pensado en Bess (y también en Grace, en Selma...); he querido comunicarme con la amante Ana (la del círculo polar); y, como cada día, me quise sentir Nuria (Lucía en el Sexo), aunque me quedé en El Extranjero (Welles), Jack-Eduardo (creo q soy Oyster Boy la mayoría de las mañanas) y en algún momento de crisis en Alex (Clockwork Orange), pretendiendo a mi musa Bacal en el resúmen de mis días, The Big Sleep.
Por todo esto (y por alguna cosilla interesante que ahora hay en cartelera, como las citadas hadas y, sobre todo, The Squid and The Whale), hace mucho que no me conjuro a la valeriana menos diurética. Y no me importa. El siete siempre fue un número mágico.
Sunday, June 25, 2006
...Y por todo eso (lo indefinido)
I shall soon be quite dead at last, in spite of all, perhaps next month then will be the month of April or of May... Are the years still young? But all those little sciences tell me so. Perhaps I am wrong, I may survive, the festival of freedom... But I do not think so, i do not think that I am wrong in saying these rejoices will take place in my abscence, I have that feelin... and I credit it. I could die today if I wish, merely by making a little effort, so let myself die, quietly, without rushing things, sth must have chance...
from Maloney Dies, Beckett
And I may be listening (again like those years) to that haunting night, howling myself out of its nerves, our fire and ice out of the excrutable generation we are enclosed in.
Porque la exclamación de la noche nunca es la más corta, porque su definición no es una estación oscura en la que la partida de ajedrez comienza, el pétalo enmudece y el maldito ritual sagrado resuena de nuevo. Porque para mí, en comunión, no es sino otro hechizo arrebatado de mitos, de sueños y de las mentiras más reales que nunca serán descifradas.
Por esto y porque siento la brisa marina como fenómeno metereológico propio de la noche.
Se rebela el propio blog, q grita su nombre, Michael Fury, Michael Fury.
Play: Strauss, Poeta y Aldeano.
Porque el ritmo de una ciudad (asincopado q dice el otro) responde al metrónomo clásico de Strauss y Chillida, su anacrónico maestro (entre otros).
from Maloney Dies, Beckett
And I may be listening (again like those years) to that haunting night, howling myself out of its nerves, our fire and ice out of the excrutable generation we are enclosed in.
Porque la exclamación de la noche nunca es la más corta, porque su definición no es una estación oscura en la que la partida de ajedrez comienza, el pétalo enmudece y el maldito ritual sagrado resuena de nuevo. Porque para mí, en comunión, no es sino otro hechizo arrebatado de mitos, de sueños y de las mentiras más reales que nunca serán descifradas.
Por esto y porque siento la brisa marina como fenómeno metereológico propio de la noche.
Se rebela el propio blog, q grita su nombre, Michael Fury, Michael Fury.
Play: Strauss, Poeta y Aldeano.
Porque el ritmo de una ciudad (asincopado q dice el otro) responde al metrónomo clásico de Strauss y Chillida, su anacrónico maestro (entre otros).
Friday, June 23, 2006
Wednesday, June 21, 2006
...Los sueños son espuma...
Sólo aquellos que nos revelan alguna circunstancia maravillosa, los espíritus precursores de los grandes destinos,(...) aquellos que nos trasladan con rápido vuelo a esas sombrías y misteriosas regiones, a las que nuestros débiles ojos se atreven a lanzar tímidas miradas; sólo aquellos nos causan una impresión profunda, cuya fuerza nadie puede disimular.
E.T.A. Hoffman, Der Magnetiseur, Cuentos 1, Ed. Alianza.
(Gracias Sir Moro, Alfredo Moro, por el descubrimiento)
Y todos aquellos que seguimos inconscientes (como autómatas), esperando despertar del insomnio más lúcido de la realidad... Por nuestro reflejo hologramático compartido.
Y todos aquellos que seguimos inconscientes (como autómatas), esperando despertar del insomnio más lúcido de la realidad... Por nuestro reflejo hologramático compartido.
Tuesday, June 20, 2006
Monday, June 19, 2006
Primer Exorcismo
Quizás llueva. Incapaz de escribir un diario pienso en cada fragmento de mi vida y quizás es lo que imagino. Estalla mi realidad fundida al recordarse (está lloviendo).
El sol te ciega, ahorcado a tu labor, emprendiendo un camino que no es tal, pues no me lo creo, yo me desentiendo. Sin embargo, la duda me ataca, cada vez más, y agarro con fuerza la bohemia libreta, la de mi memoria.
Un día más, como cada otro, tras el mismo, esperando al siguiente, sin novedad, todo ya sabido. No me interesa. Hubo algo que una vez despertó mi ansia, el deseo de placer, más allá del descarado poder de tu (que es mi) lujuria. Callo, debía haberlo hecho antes, porque no hay tu deseo ni tampoco mi pasión.
Otra vez, engañado por eso del sentido (no los sentidos) que me hacen creer lo que no existe, lucho más allá de mi redentora rutina y me ciño, aprieto, confieso y respiro
Hoy Salamanca huele a mar.
El sol te ciega, ahorcado a tu labor, emprendiendo un camino que no es tal, pues no me lo creo, yo me desentiendo. Sin embargo, la duda me ataca, cada vez más, y agarro con fuerza la bohemia libreta, la de mi memoria.
Un día más, como cada otro, tras el mismo, esperando al siguiente, sin novedad, todo ya sabido. No me interesa. Hubo algo que una vez despertó mi ansia, el deseo de placer, más allá del descarado poder de tu (que es mi) lujuria. Callo, debía haberlo hecho antes, porque no hay tu deseo ni tampoco mi pasión.
Otra vez, engañado por eso del sentido (no los sentidos) que me hacen creer lo que no existe, lucho más allá de mi redentora rutina y me ciño, aprieto, confieso y respiro
Hoy Salamanca huele a mar.